EL BUEN VIVIR

Monday, December 25, 2006

Autopistas gastronómicas: Madrid-Lisboa

Madrid, “rompeolas de todas las Españas”, será puntualmente recorrida en la ruta Madrid-Valencia, al fin y al cabo la favorita de multitudes de madrileños. Por eso, esta ruta hacia la capital de Portugal la iniciamos por la carretera de Toledo, haciendo parada en Illescas para disfrutar de los “Grecos” de la capilla del Hospital de la Caridad y probar el menú-degustación que sintetiza la despensa manchega en El Bohío.

Ya en Extremadura, Trujillo siempre exige una visita, con sus espectaculares palacios, alcázares e iglesias, además de su plaza mayor. Para comer, el Parador de Turismo mantiene siempre en la carta los platos extremeños más típicos.

La próxima parada es Cáceres, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, cuya parte vieja merece los tres soles igual que su excelente restaurante, Atrio, santuario de Toño Pérez, uno de los grandes restaurantes de España. El Parador Nacional, situado en pleno centro monumental de la ciudad, pide también una visita.

Otro impresionante enclave turístico es Mérida, con el teatro y el anfiteatro romanos y el espectacular museo diseñado por Moneo. Su mejor casa de comidas es Altair, en la cercanía del Guadiana. El Parador Nacional propone también una de las mejores cocinas de la región.

Y el terceto de los grandes templos culinarios extremeños lo completa Aldebarán, en Badajoz, dirigido por Fernando Bárcena. En la ciudad pacense se debe visitar su Alcazaba y la torre albarrana llamada de La Atalaya.

Después se atraviesa la frontera portuguesa y de camino a Lisboa hacemos parada en Terrugem, a 20 kilómetros de Elvas, para probar el cocido de los antiguos segadores lusos en A Bolota.

Ya cerca del estuario del Tajo, en la Praia do Gincho, Porto de Santa María es un espléndido escaparate de los grandes productos del mar.

Y en Lisboa, la ciudad de Pessoa y Eça de Queiroz, del Rossio y Alfama, melancólico y romántico enclave pegado al Atlántico, se recomienda que, antes o después de escuchar un fado lleno de “saudade”, prueben la excelente cocina de temporada de Varanda, en el Hotel Four Seasons.

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