EL BUEN VIVIR

Thursday, April 12, 2007

Las secretas e insólitas Azores
Nueve islas atlánticas ofrecen uno de los destinos europeos donde la naturaleza muestra su cara más exuberante
Inesperados paisajes envuelven un archipiélago mágico dividido en nueve porciones; Santa María, Sao Miguel, Terceira, Graciosa, Sao Jorge, Pico, Faial, Flores, Corvo… Son las Islas Azores, enclave al norte de Portugal que invita a la aventura y la distensión. Un distinguido y recóndito destino atlántico donde disfrutar en su plenitud del mar y el esplendor de una vegetación y geología volcánicas.
Ponta Delgada

En la isla de S. Miguel se encuentra esta, la mayor ciudad del archipiélago. Es el lugar ideal en el que hospedarse para moverse alrededor de las nueve islas, ya que es la que cuenta con mayor oferta hotelera y todas las comodidades. Desde sus orígenes como pequeña aldea pesquera, pronto destacó como puerto principal insular, hasta convertirse en la ciudad activa y cosmopolita que es hoy en día.
La tradición convive aquí con la modernidad y al ajetreo confluye con el sosiego en el paseo marítimo. La ciudad es reflejo de más de cinco siglos de historia contada por sus edificios, monumentos y jardines y ofrece rutas culturales que parten de la Plaza Gonçalo Velho.
Cocina volcánica

La principal imagen turística de Sao Miguel es el Valle de las Furnas, atravesado por dos caudales, de agua fría y caliente. Un paraje de exótica belleza lleno de curiosidades, como el cultivo de la batata, el obelisco y sobre todo las Caldeiras. Aquí se prepara el cocido de Furnas, de carne o bacalao, cocinado bajo tierra con el calor del subsuelo volcánico.
También en Furnas destaca el Parque Terra Nostra, un precioso jardín integrado en un hotel que ya es todo un clásico en el turismo de las Azores. Un romántico paraíso de lagos ondulados con cisnes, indicado para el paseo entre sinuosos caminos, coloridas flores y exóticos árboles centenarios. El visitante tiene la sensación de que el tiempo se para a su paso. Más mundano es el Parque de las Furnas, con instalaciones como una piscina termal, campo de golf o pistas de tenis.
Cetáceos
La naturaleza salvaje también tiene su reflejo en el medio marino. Entre una rica variedad de especies destacan cachalotes, delfines y ballenas. Estas últimas, base de la anciana pesca en las islas, hoy son admiradas como atractivo turístico. Son más de una veintena las especies que se pueden contemplar a bordo de embarcaciones que sirven a este propósito. Incluso algunas empresas ofrecen entre sus servicios la posibilidad de nadar junto a los delfines.
Lagunas de las Azores

Por la propia naturaleza volcánica de las Azores, hay un paraje característico en el que el agua se muestra tierra adentro. Son las lagunas, abundantes en Sao Miguel. Uno de los mejores ejemplos es la imponente Caldera de las Siete Ciudades, con su amplio cráter de 12 km de perímetro. En el interior del cráter se encuentra un pueblo que refleja bien la arquitectura popular isleña, así como la Laguna de Santiago.
Mágicas son la Laguna Verde y la Laguna Azul, santuarios de tranquilidad, cuya diferente coloración explica una leyenda sobre las lágrimas vertidas por una princesa y un pastor cuyo amor era imposible. La Laguna de Fuego se ubica en el cráter de un extinto volcán y cuenta con una playa de aguas cristalinas. Todos estos parajes lagunares son lugares para explorar buscando las mejores vistas de jardines y arboledas y un agradable colorido sobre verdes colchones.
Viñedos de Pico
En la parte central de las Azores se halla Pico, una de las islas más carismáticas, que se yergue hacia las alturas a través de la montaña más alta de Portugal. La belleza de esta cota rodeada de nubes se aprecia desde lejos pero sólo adentrándose en ella se descubren sus pueblos que conjugan la esencia montañesa y su pasado ballenero. Aunque si algo llama la atención de la forma de vida en la isla son los viñedos cultivados gracias a un tesón de quinientos años.
Y es que parece mentira como se ha logrado transformar el baldío suelo de roca volcánica en un generoso campo de cultivo donde caben viñas y huertas de frutales. No en vano este peculiar paisaje de viña está declarado Patrimonio de la Humanidad. Un enorme laberinto pétreo a modo de casillero a orillas del mar, que protege a las vides de las inclemencias del viento y retiene el calor del sol. De esta prodigiosa labor de infraestructura nace el dulce Verdelho, cuyas bodegas también habrá que visitar.
Gastronomía

La gastronomía de las Azores no podía estar sino dominada por el mar. Como en Galicia, los mariscos son lo más sabroso de sus mesas. El más famoso es el ‘cavaco’, junto a ciertas clases de percebes y lapas. Sabrosos también son sus pescados, que se sirven a la parrilla y en calderetas, siendo el pulpo guisado otra de las especialidades típicas. No en vano algunas de las especies de pescados y mariscos de las islas son únicas en Portugal.
La carne más famosa en Terceira es la ‘alcatra’ de los cuartos traseros del animal. Común a las islas es la receta de verduras con longaniza, la excelencia de sus quesos, entre los que sobresale el de San Jorge o la dulce piña de las Azores. También merecen mención vinos como el 'Verdelho' de los hermosos viñedos de Pico y el de Biscoitos, en la isla Terceira. Por último cabe hablar de postres como la 'massa sovada' o las quesadas de Graciosa.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home