PARA VER..................El Taj Mahal, un monumento al amor

El príncipe Kurram se enamoró de la princesa Arjumand, hija del primer ministro de la Corte, al verla en un bazar. Tras los cinco años que tuvieron que esperar, sin verse una sola vez, se casaron en 1612, con una ceremonia en la que el Emperador nombró a la princesa “Mumtaz Mahal” o la Elegida del Palacio.
Con el príncipe coronado, pasaron cuatro años y Mumtaz Mahal murió al dar a luz a su décimo cuarto hijo. En su lecho de muerte, pidió al rey que construyera en su memoria un monumento tan grande como su amor y así lo hizo, trayendo los más ricos materiales de todos los rincones del mundo y tras 22 años y 22.000 trabajadores.
Pero el hijo del Shah Jahan, quizá por venganza, rompió con la simetría del monumento e hizo prisionero a su padre, que vivió sus últimos años en el Fuerte Rojo, desde donde contemplaba el Taj Mahal a través de su ventana. La leyenda dice que murió contemplando el monumento al amor por su esposa.